¿Probarías un helado gris?

Sombras y Dolce Farniente presentan una creación que despierta los sentidos

En Sombras, la oscuridad no es un obstáculo, es el inicio de la experiencia. Aquí, donde los comensales cenan a ciegas, los sentidos se despiertan y la mente aprende a percibir de nuevas formas. Cada textura, aroma y sonido se siente más vivo, como si el cerebro estuviera redescubriendo lo que creía conocer.

En esta temporada, Sombras se une a Dolce Farniente para presentar un helado tan inesperado como la experiencia misma: un helado gris. Un color poco común en el mundo de los postres, que invita a olvidar los juicios visuales y dejar que los sentidos —no los ojos— tomen las decisiones.

El helado gris no busca deslumbrar con su apariencia, sino con la forma en que despierta la curiosidad. Su textura, su temperatura y su aroma se vuelven protagonistas de una experiencia que pone a prueba la mente y estimula lo que los neurocientíficos llaman neuroplasticidad: la capacidad del cerebro para adaptarse y sentir de nuevas maneras.

En Sombras, cada bocado es un ejercicio de percepción. Y con este helado, la oscuridad se convierte en una aliada del descubrimiento: un espacio donde el cerebro aprende, el paladar explora y los sentidos se reprograman para encontrar placer más allá de la vista.

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